Una pregunta que solemos hacernos los padres es ¿cómo evitar tener piojos y liendres en la cabeza de nuestros hijos?, y es que los casos de pediculosis capitis, a pesar de encontrarnos en países desarrollados con medidas de higiene básicas, siguen apareciendo. Cuando esto sucede y vemos una infestación de piojos y liendres en la cabeza de uno de nuestros hijos tendemos a preguntarnos siempre lo mismo: ¿Por qué siguen existiendo? Y, lo que es más importante, ¿Podríamos haberlo evitado?
Las causas de contagio de piojos y liendres son siempre por contacto, ya que este tipo de insectos no poseen alas que les permitan atravesar grandes espacios para llegar a un nuevo huésped.
Sabiendo lo anterior podemos prever cómo es posible evitar tener piojos y liendres: sencillamente teniendo cuidado con no entrar en contacto ni con una persona que ya tenga la afección, ni con prendas de vestir (gorros o camisetas, principalmente) que haya sido utilizada por una persona con pediculosis. Trasmitir estas leves recomendaciones a individuos que se encuentren en contacto con otros que ya tengan una infestación debería ser suficiente para evitarlos.
Los piojos en el colegio: ¿Una plaga inevitable?
El colegio es el principal lugar donde se transmite la pediculosis por razones obvias. Sabiendo la manera que tienen los piojos para expandirse a nuevos huéspedes podemos prever por qué las aulas son el caldo de cultivo idóneo: juegos en los que las cabezas de los niños están en contacto, uso de prendas de vestir por más de uno, etc.
Y, por supuesto, transmitir a un niño qué no debe hacer para minimizar las posibilidades de contagio resulta muy difícil. En estas ocasiones lo mejor es, si no podemos evitar que estén en contacto, y si sabemos que existe el peligro (los colegios, habitualmente, envían notas avisando de que se están dando casos de pediculosis), es realizar un seguimiento exhaustivo para determinar su aparición en el momento más temprano posible. Es en esta fase, cuando la infestación de piojos y liendres todavía no ha alcanzado su punto álgido de población, cuando más fácil es eliminarlos.
¿Qué hacemos si los hemos encontrado?
Si los hemos detectado en una fase temprana lo mejor es limpiar el cabello con lendreras, intentando no dejar ningún ejemplar que pueda proliferar en días posteriores.
Si se ha detectado cuando la infestación ya está avanzada lo mejor es acudir a un profesional que asegure la eliminación de todos los piojos y liendres, sobre todo si hemos descartado el uso de elementos químicos que resultan irritantes para la persona que sufre la afección.