Los colegios suelen ser uno de los lugares en los que nuestros hijos terminan siendo infestados por este parásito tan indeseable. Teniendo en cuenta que no vuelan, ¿cómo es posible que los piojos se transmitan entre los niños?
La respuesta es sencilla: los piojos se transmiten por contacto. Una situación común en los colegios en los que los niños juegan juntos, comparten prendas tales como gorras, diademas, pinzas, bufandas, etc., y no tienen el cuidado para defenderse, por sí mismos, de esa plaga. Por esta razón, como padres, debemos ser cuidadosos y cumplir unas reglas básicas para evitar, en la medida de lo posible, que la plaga pueda afectar la rutina de la familia.
Toma medidas de prevención contra los piojos
El hecho de que estos se transmitan por contacto es un buen indicio para saber qué podemos hacer para dificultar su transmisión. En pocas palabras, tener el pelo recogido en las épocas en las que las infestaciones de piojos suele aparecer o llevar un peinado corto es una buena manera para minimizar la transmisión.
Por cierto, y hablando de las épocas del año en las que suelen darse mayor casos de contagio, hay que destacar que no existe una en concreto. A pesar de ello sí que es cierto que el frío hace que permanezcan más pegados al cuero cabelludo, por lo que cuando se presenta calor es más probable que estén en la zona más superficial del cabello (y, por tanto, es más sencillo que terminen en otro niño).
Revisa el cuero cabelludo de tus hijos de manera habitual
Por otro lado es conveniente hacer una revisión del cuero cabelludo de los niños cada poco tiempo. Esta revisión (la cual habrá que hacer de manera concienzuda, poniendo especial énfasis en la zona del cabello más pegada al cuero cabelludo, que es donde suelen encontrarse las liendres) nos permitirá coger el parásito en un momento inicial, haciendo que su eliminación sea más sencilla.
Vigila, además, los gestos del niño, ya que cualquier indicio es bueno para sospechar que pueda tener una colonia de piojos en el cabello. Que se rasque con más asiduidad, que tenga pequeños puntos rojos (que pueden llegar, incluso, a desarrollar costra), etc. son algunos indicios a tener en cuenta.
Una vez está la infestación, utiliza los mejores medios a tu alcance
Si tu hijo ha tenido, finalmente, la mala suerte de haberse contagiado, recurre a medios eficientes que te eviten estar preocupándote por el problema de manera indefinida. Recuerda que los piojos, por su facilidad para la reproducción y por la zona en la que sitúan las liendres o huevos, tienden a reaparecer si no lo hemos erradicado por completo. Desde “¡Help! Piojitos” podremos ayudarte a terminar con rapidez con la infestación sin romper con la rutina habitual de tu familia.