Los piojos y las liendres son un problema habitual en los niños y niñas de cierta edad. A pesar de que existen algunas maneras de prevenirlos, el contagio suele ser inevitable. Nuestros clientes nos han comentado cuáles son las maneras por las que sus hijos se han terminado contagiando de pediculosis y, en pocas palabras, cuál ha sido la causa por la que han tenido que llevar a sus hijos al centro especializado de eliminación de piojos y liendres de ¡Help! Piojitos.
¿Cómo se contagian los piojos?
Ya sabemos que los piojos no se pueden contagiar desde las mascotas (te animamos a leer ese completo artículo para comprender algunos de los mecanismos de contagio de piojos y liendres y de los tipos de piojos que existen), pero muchas veces no terminamos de hacernos a la idea de cómo terminan en la cabeza de nuestros hijos e hijas.
Lo primero que debemos comprender es que los piojos ni vuelan ni pueden saltar. Es decir, no es posible que haya un contagio de pediculosis sin que exista contacto directo entre los cabellos de una persona infestada con otra que no lo esté. De ahí que una de las medidas de prevención más comentadas es tener el pelo corto o recogido. Y no por el hecho de que los piojos prefieran menos un cabello corto, sino porque cuanto menos volumen ocupe menos probabilidades habrá de que entre en contacto con otro infectado.
Las siete maneras más habituales de contagio de pediculosis
Sabiendo entonces que debe haber contacto directo entre la persona con parásitos y otra que no lo esté podemos imaginarnos algunas maneras habituales de contagio de piojos y liendres. A pesar de ello las estadísticas recogidas desde nuestros centros de eliminación de piojos y liendres han puesto de manifiesto que existen algunas vías de contagio sorprendentes y que no tenemos en cuenta. Cuanto más sepamos sobre estas formas de transmisión, menos tendremos que ocuparnos con posterioridad en la eliminación de piojos y liendres.
Juegos entre los más pequeños
Es la más habitual de las formas de contagio y muy común entre los clientes de los centros especializados en la eliminación de piojos y liendres de ¡Help! Piojitos. Los niños y niñas tienden a jugar muy cerca unos de ellos, haciendo que el pelo de unos y otros entren en contacto. Además, suelen ser situaciones que se repiten en un corto periodo de tiempo (los juegos suelen durar bastante rato), por lo que las oportunidades de contagio de pediculosis son muy elevadas.
Para evitarlo, aunque difícil, lo único que podemos hacer es intentar explicar a los más pequeños que existe esta posibilidad y que, en la medida de lo posible, intenten evitar este contacto. Es especialmente relevante en los momentos en los que hay peligro potencial de contagio, es decir, cuando los centros educativos nos han avisado de que la plaga de piojos y liendres se encuentra extendida.
Selfies, la nueva forma de contagio de piojos entre los niños
Es la nueva vía de transmisión de piojos y liendres entre los niños y niñas. Con móviles a una edad cada vez más temprana, y con las redes sociales que les invitan a realizar este tipo de fotografías, la pediculosis tiende a contagiarse por esta vía de forma cada vez más habitual.
Los niños, para poder aparecer todos en una misma fotografía, se ponen todos juntos delante del teléfono móvil. De esta manera sus cabellos entran en contacto, pudiendo transmitirse en una de estas tomas entre muchos de ellos.
Al igual que en el caso anterior, la única manera que hay de evitar este tipo de contagios de piojos es transmitiendo al niño o niña, sobre todo cuando la plaga está extendida, de los peligros de este tipo de fotografías.
Compartir gorras y prendas de ropa para la cabeza
Se da, especialmente, en excursiones y en otras situaciones similares en la vida diaria de los más pequeños. Especial importancia en verano, momento en el que los más pequeños suelen tener este tipo de complementos y juegan a intercambiárselos.
La única manera que existe para evitar este tipo de contagios de piojos es tener contacto con el resto de padres y, en caso de que uno de ellos nos transmita que existe este problema, controlar que nuestro hijo no comparte este tipo de prendas.
Los karts, el esquí y otros deportes con casco
Existen algunos deportes y actividades que requieren del uso de un casco para su realización. Es especialmente común que nuestros hijos se vayan a esquiar durante el invierno, a hacer algún tipo de deporte acuático en verano que también requiere de protección para la cabeza o, incluso, que se den una vuelta en una pista de kart para niños.
Este tipo de lugares tienen gran afluencia de menores que, a diferencia de los adultos, no son conscientes de que están propagando el contagio de piojos y liendres. Por esta razón, en los momentos del año en los que haya más peligro de contagio (aunque, como sabemos, cada vez se amplían más a cualquier estación), es recomendable que no realicen estas actividades o que lleven sus propias protecciones.
Otras prendas de ropa como bufandas, camisetas, etc.
Cualquier prenda de vestir susceptible de albergar piojos es un potencial foco de contagio. Recordemos que los piojos y las liendres pueden sobrevivir durante varios días fuera de su hábitat natural (el cuero cabelludo), sin necesidad de alimentarse. Entre los pliegues de la ropa suele ser un sitio habitual donde se mantienen escondidos hasta que encuentran otro huésped.
Peines y cepillos
Los peines y cepillos son utensilios que, sobre todo en el caso de las niñas, se comparten de forma habitual. Es una de las maneras más normales de contagio de pediculosis, ya que es muy sencillo que se queden entre los restos de pelos que se enganchan en los cepillos, y que luego se transmitan a otra cabeza.
Para evitarlo debemos intentar que nuestro hijo o hija utilice su propio cepillo y peine libre de piojos, de tal manera que sea mucho más difícil que tenga la necesidad de compartirlo o de pedir a alguna amiga que le deje el suyo.
La playa, la piscina y las toallas
Por último nos hemos encontrado, entre los padres y madres que nos han transmitido las causas de contagio de piojos y liendres a sus hijos, que las toallas son una vía potencial para la transmisión de estos insectos. Durante el verano es común que los más pequeños jueguen con las toallas, las cuales entran en contacto con su pelo dejando restos de cabello y, en ocasiones, de piojos.
Además, esta vía de contagio se amplía al resto del año en los casos de pequeños que practican deporte en las piscinas, aunque en estos casos la probabilidad de contagio suele ser menor porque la actividad está considerada menos ‘lúdica’ y hay menos juegos entre ellos.