Los residuos urbanos, que se encuentran en lugares públicos como contenedores y papeleras, son propensos a contener distintos tipos de plagas. No en vano se trata de un lugar donde hay desechos orgánicos que pueden servir de alimento a muchas de ellas. Ratas, cucarachas y moscas son las más habituales pero, ¿pueden estar los piojos en la basura? ¿Hasta qué punto pueden las basuras se un foco de contagio de piojos y liendres?

¿Qué tipo de plagas suele haber en la basura? ¿Puede haber piojos?

En las ciudades actuales no suele haber ningún tipo de plaga (a excepción de algunas moscas difíciles de erradicar) debido al fuerte control al que están sometidas por parte de los ayuntamientos. El control de plagas en este aspecto suele ser lo suficientemente bueno como para evitar su proliferación.

A pesar de ello existe la posibilidad potencial de que nos encontremos con ratas y cucarachas (y, en ocasiones, con ciertas chinches), las dos plagas más extendidas a nivel urbano en la geografía española. Estas encuentran alimento y calor en estas zonas donde se pueden reproducir y mantenerse con vida.

Sin embargo los piojos no son una de las plagas que se encuentran en los contenedores, aunque para entenderlo deberemos ver punto por punto por qué razón podemos estar tranquilos en este aspecto. Estas razones, además, nos pueden ayudar a conocer mejor a estos parásitos para luchar contra ellos convenientemente.

Los piojos no tienen de qué alimentarse en la basura

Existen cientos de tipos de piojos, pero los que más nos tienen que preocupar a los seres humanos es la conocida como pediculus humanus. De esta, la que afecta a nuestros hijos y que suele ser contagiada en la escuela es la de la cabeza (pediculus humanus capitis), una especie que solo es capaz de sobrevivir en el cuero cabelludo humano.

Cada especie de piojo está preparada para un entorno determinado, y solo se puede reproducir en el mismo. En pocas palabras: los piojos de los gatos solo pueden vivir en gatos, los de los perros en los perros y los de los humanos… ¡Lo has adivinado! En los humanos. Y no solo eso. Es tanta la adaptación al medio de esta plaga, que dentro de un mismo hospedador (quien sufre el parásito) si hay una especie que especializada en una zona de su cuerpo es muy improbable que sobreviva en otra. Por ejemplo, y en el caso de los humanos, el piojo del cuerpo no puede vivir en la cabeza y viceversa.

De hecho, es esta impresionante adaptación la que está haciendo en la actualidad que los productos químicos sean cada vez menos eficaces y que la infestación después de un tratamiento de estas características (por ejemplo con champús y lociones) vuelva a aparecer a los pocos días. Los piojos se reproducen con mucha rapidez (y si no te lo crees te animamos a averiguar cuántas liendres puedes llegar a tener en tu cabeza pasadas dos semanas desde que te llega el primer piojo), lo que hace que aquellos que sobreviven a un tratamiento tengan descendencia más resistente.

En la basura existen numerosos desechos, pero los piojos no pueden extraer el alimento de los mismos. Están adaptados a la sangre humana de individuos vivos, y otro tipo de sangre (y, en concreto, de animales muertos y en estado de putrefacción, que es la que suele haber en las basuras) no es suficiente para que puedan sobrevivir.

Los piojos no pueden reproducirse en ese medio

piojos en contenedor

Para reproducirse los piojos adhieren las liendres en la base del pelo. No es que extraigan ningún tipo de nutriente del mismo, pero sí que necesitan que se encuentren en ese lugar específico porque es ahí donde se mantiene la temperatura ideal para que el huevo evolucione correctamente. Además, las hembras de los piojos buscan instintivamente este tipo de filamentos, y no pueden poner las liendres en otros lugares.

Por tanto, y en el supuesto improbable de que un grupo de piojos haya entrado en contacto con la basura (por ejemplo si una persona infectada se ha cortado el pelo), es muy difícil que se reproduzcan y que aparezcan nuevos individuos con el paso del tiempo.

Los piojos no pueden sobrevivir sin alimento

Ya sabemos que los piojos no pueden sobrevivir fuera de la cabeza humana más de cuarenta y ocho horas (si quieres saber dónde viven cuando no están en nuestra cabeza lee nuestro artículo sobre ese tema, te sorprenderán un par de cosas). Si a eso le sumamos que en la basura no hay ningún residuo del que puedan extraer alimento, concluimos que no hay posibilidad de que puedan vivir, si no acaban de llegar, en este tipo de lugares.

Mi mascota ha entrado en contacto con restos de basura. ¿Tengo peligro de contagio con piojos?

Como ya hemos visto es muy difícil que haya piojos y liendres en una zona con desechos. Aun así, si da la casualidad de que sí que existen (por ejemplo porque hay pelo recién cortado de una persona infectada), es difícil que estos se pasen a la mascota. Como hemos visto los piojos están muy especializados en cada uno de los hospedadores, y los que son específicos del ser humano no sobreviven en las mascotas. Lo mismo sucede a la inversa. Si quieres más información te animamos a que leas nuestro artículo sobre qué relación hay entre piojos y mascotas.

He ido a una peluquería y creo que había pelo cortado con piojos

Si has ido a una peluquería y crees que podrías haber entrado en contacto con pelo de una persona infectada sí que podrías haberte contagiado. En estos casos lo mejor es que realices un seguimiento por medio de inspecciones periódicas. Tenemos una pequeña guía sobre cómo puedes hacer una revisión correcta para saber si una persona padece de pediculosis. Y, si quieres un seguimiento profesional, te animamos a que visites un centro especializado en la eliminación de piojos y liendres.